Esta es una entrada informal. Cuando me voy de casa, hacia el trabajo, o a tomar un café, necesariamente tengo que coger una guagua, o dos, y si por algo no me gusta usar el transporte público es por los ojos de la gente. Simpre se oye decir que los ojos son espejo del alma, pero yo opino que es algo más, que es como los códigos de barra de los productos en una tienda, para identificar lo que valen sin mucho problema. En una guagua es muy fácil, ves al yonki, al loco, a la borracha, al cerdo del chófer y a la puta, tambien hay gente normal, pero esos son más caros. Luego en la cafetería, y aunque trato de centrarme en escribir, sigues teniendo ojos alrededor, los de viejo que lee El Pais, como si fuera necesario leer cada día lo mismo para ver si se lo termina creyendo, los tres guardias civiles con sus tatuajes, la pareja que se ríe y admira a un niño ajeno, y ya cuando miras el café, se ha enfriado, y los ojos del café frío no valen nada...Últimamente cuido mis ojos para que no dig