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Entrada-Salida.

Yo siempre estaba sola tomando mucho café, esto me ponía nerviosa lógicamente, me subía la presión y escribía mucho, siempre estaba como loca, pero había algo en mi que salió en aquellos momentos, que se definio, antes de emigrar. A pesar de 16 años, vivía en una taza de café gigante, extaciada, pero nunca ahogada.
Yo escuchaba a Fito Páez, música de los noventa, escrita para una adolescente del siglo XXI, aunque a los demás no les pareciera normal. Siempre fuí mucho de filosofar, y luego obrar de forma errada, casi  a propósito. Aunque todos esos años fueron tormenta...aprendí cientos de cosas, tuve cientos de buenas y malas ideas y compañías, y vivía cada día, y en ese momento no me lo parecía, tan intensamente, y no tenía el mar ni las piedras de Tenerife. 
Esta isla en muy poco tiempo me ha enseñado imagen por imagen, lo que esperaba de ella, pero se me empieza a acabar otra vez la gente, no encuentro algo que me amarre, que me invite a quedarme por muchos años, ni me diga que me necesita para vivir...Así que, y con el tiempo, de aquí tambien me iré.

Comentarios

  1. me parece bien, nunca mueras donde el entierro a tu persona no sera para ti algo sagrado, vive y muere donde gustes pk para eso la vida es solo tuya...

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