Soy una chica normal, cuándo la gente pregunta es lo primero que digo, soy… normal. Pero me gusta escribir sobre chicas que no son tan normales, sobre mujeres que no quise ser, como las que se lanzan, con todas sus vidas de un 10mo piso del único edificio alto de una ciudad, y que eran hermanas de chicas que trabajaban en tiendas. O aquellas que usaban botas rojas para, marcar su sexualidad, y que cuando se encontraban en una ciudad europea cualquiera, iban solo mirando zapatos abandonados en las vitrinas, porque eran rojos, como el comunismo y las botas de las lesbianas. También hubo una chica que era mi favorita, porque para ella tuve que inventarme dos países, y era la más valiente, la más guapa y no estaba sola, la acompañaban cientos de mujeres iguales a ella… He conocido a mucha gente real, que no ha sido normal: como un amigo, bastante cercano que siempre me daba consejos, y como todos mis demás amigos trataba de cuidarme y del que un día supe que hacía una semana se hab