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Escalo-frío.

¿Qué puedo explicarte yo? ¿Qué puedo decirte y enseñarte que no me hayas visto y escuchado decir ya?
Las canciones siempre volverán, me atormentan los sentidos... Esto no es un mundo real ni eterno, es solo el mundo de hoy, es solo lo que soy capaz de ver, y aunque no me excuse más con el mar y sus fronteras ahora tengo casitas bonitas que pronto se llenarán de nieve, y yo estaré emocionada una vez más de las cosas simples, maravillosamente molestas y dolorosas,... y el frío...
He perdido el miedo a las rosas que pinchaban, porque la demanda del mercado las prefiere sin espinas ni hojas, solo rosas sin olor que siguen vivas después de 15 días sin agua.
He perdido el miedo a la noche oscura, porque los buenos y los malos están todos controlados por leyes, y las calles frías de Southville  se vacían a las 8 de la noche, pero yo sigo igual andando, paseando y riendo de las cosas en las vidrieras.
Esta felicidad no conocía, esta es diferente. Tu estás ¿cerca?, ¿lejos?, estás y es lo que importa, cada momento lleva su distancia, su cercanía y el miedo que tenía se esfuma porque vienen otros.
Es la parte de la historia en la que me enorgullezco de mi misma, agradezco el frío que duele en la punta de los dedos y me pone las mejillas rojas, y me veo sin poder absoluto pero creciendo entre todo lo que se queda abajo, y puedo decir adios a todo lo que a veces dude, me despojo de la sal, de tanta arena, me despojo del sol y sigo andando...

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